Carta a Dokusho Villalba, en Barbate a 25 de junio de 2010
Desde el primer momento en que me senté a meditar, como consecuencia
de la determinación de querer ‘ser mejor persona’, hace ya casi tres años;
hasta ahora, han transcurrido largas jornadas de introspección y escucha atenta
de mi interior.
Ello
me ha valido para conseguir una calmada serenidad que se ha traducido en una
mejor interacción con el medio que me rodea. Colmado de compasión, con la firme
aceptación de mi ser al completo, incluyendo las sombras más oscuras, muchas
tensiones han desaparecido.
Jesús con su abnegado ejemplo día tras día, trabajando codo a
codo; los cortos pero intensos momentos vividos en LUZ SERENA; la lectura de
los Maestros.
Durante este tiempo he aprendido unos valores para ser más feliz
en esta vida. El camino del ZEN me ha despertado, me ha permitido bucear en mi
interior, reconocer lo verdaderamente importante, cambiar el rumbo y comenzar a
caminar en la dirección adecuada.
El momento presente, la conciencia del instante, la aceptación del
cambio continuo, la observación atenta de mi ser, una mejor comprensión y mayor
compasión hacia mí mismo y hacia los demás, la paciencia y perseverancia, el
esfuerzo, la tenacidad, la voluntad, el amor, la humildad, todas cualidades que
he reconocido como claves del camino y que ahora, en el PEB encuentro como
votos del Bodisatva. Por tanto, si esas son las directrices de la vida del
Bodisatva, yo quiero ser Bodisatva, pues ya he experimentado la felicidad que
supone comprometerse con ellas y practicarlas como parte de la forma de caminar
por esta vida.
Inmersos en la catarata de vida creada por la civilización en que
vivimos, a donde nos arrojan de pequeños como esclavos a los leones, no resulta
fácil llegar a la otra orilla y cambiar el rumbo, dirigirnos hacia el camino
que permite beber del manantial de agua dulce sin que saciar nuestra sed
suponga caer irremediablemente y de forma vertiginosa hacia el vacío de la catarata.
Por tanto, con la firme determinación de querer seguir el sendero
aguas arriba, ir contracorriente, necesito buscar refuerzos donde aferrarme,
tal es la presión del agua. Considero que esos peldaños serán diversos
dependiendo de la etapa del camino en la que me encuentre y uno de ellos, el
que tengo más cerca, es el de ordenarme Bodisatva.
Ganar energía y seguir avanzando.
Un compromiso y un repostaje, formar parte de una familia, crear
el campamento base desde donde partiremos para la siguiente etapa, continuar
hacia la cumbre de esa montaña que no vemos pero si sentimos.
He aquí porqué quiero ser Bodisatva.
Un saludo, Sensei.
BODISATVA 'FIRME DETERMINACIÓN'